La oxo-degradación fue una técnica novedosa diseñada para desintegrar rápidamente los materiales plásticos.
Esto se planteó como una solución al gran aumento de basura plástica en todo el mundo.
¿Pero, qué son los plásticos?
Los plásticos son polímeros, que es la forma técnica de decir que su estructura molecular es un conjunto ordenado de pequeñas moléculas repetitivas, llamadas monómeros (estructuras unitarias). La unión de estas unidades crea una estructura interna que confiere a los plásticos propiedades como la flexibilidad y la resistencia. Cada plástico (PET, poliestireno, poliéster, etc.) tiene una estructura molecular diferente.
La oxo-degradación, también conocida como degradación oxidativa o foto-oxidación, es un proceso químico que ocurre en ciertos polímeros, particularmente plásticos, cuando se exponen al oxígeno y/o la luz del sol (rayos UV). Esto dispara la degradación de las cadenas poliméricas a través de la oxidación, lo que conduce a la descomposición del polímero en fragmentos más pequeños.
La patente original de la oxo-degradación fue presentada en la década de 1970’s por Michael Stephen, de la empresa británica Symphony Environmental Technologies. La patente se titulaba "Plásticos degradables" y fue presentada en 1977. Desde entonces, la tecnología se ha licenciado a otras empresas para su uso en diversas aplicaciones.
Al principio, se pensaba en los materiales oxo-degradables como una solución al problema de los residuos plásticos. Se comercializaron como una forma de reducir la basura y el impacto ambiental de los plásticos al hacer que se degraden más rápidamente. Sin embargo, el uso de plásticos oxo-degradables ha sido controvertido.
Para entender la diferencia entre degradación y biodegradación, consulte este enlace.
Los plásticos oxo-degradables se descomponen en trozos muy pequeños (de menos de 5 milímetros de longitud) llamados microplásticos, pero en lugar de contribuir a resolver la crisis de la contaminación por plásticos, están causando nuevos daños al medio ambiente.
Esto se debe a que son ingeridos por animales que los confunden con alimento y por tanto se integran a los ecosistemas de una manera directa. Desde el plancton microscópico en lagos y océanos, pasando por peces, tortugas, y aves [1] hasta los grandes mamíferos, como son las ballenas.
Los microplásticos (y los plásticos en general) son vistos por los animales como alimento, matándolos al acumularse en sus intestinos. Además, los aditivos utilizados para fabricar plásticos oxodegradables también pueden ser perjudiciales para el medio ambiente y filtrarse al suelo y al agua.
Algunos datos sobre los microplásticos:
- - Un estudio publicado en Environmental Science & Technology calcula que cada año se vierten al océano hasta 236.000 toneladas métricas de microplásticos procedentes del lavado de tejidos sintéticos, como el poliéster [2].
- - Se han encontrado microplásticos en una gran variedad de vida marina, desde el pequeño zooplancton hasta las grandes ballenas. Según un estudio publicado en la revista Scientific Reports, más del 50% de las tortugas marinas de todo el mundo han ingerido residuos plásticos [3].
- - También se han encontrado microplásticos en el agua potable. Un estudio encargado por la Organización Mundial de la Salud halló microplásticos en muestras de agua del grifo de todo el mundo [4].
- - Una investigación en Environmental Science and Technology en torno a las bolsas de plástico oxo-degradables, concluyó que ninguna de las bolsas se degradó completamente en todos los ambientes y que las bolsas oxo-biodegradables se fragmentaron en microplásticos que persistían en el suelo y en los sedimentos marinos [5].
Además, los plásticos oxodegradables pueden contaminar los sistemas de reciclado de otros plásticos al contener sustancias químicas difíciles de identificar en los centros de reciclaje.
En respuesta a estas preocupaciones, varios países de Europa han tomado medidas para prohibir o restringir el uso de plásticos oxo-degradables. En 2019, la Unión Europea promulgó una directiva que prohíbe el uso de plásticos oxo-degradables en la UE, citando preocupaciones sobre su impacto ambiental. Otros países, incluidos Francia, Italia y los Emiratos Árabes Unidos, también han implementado prohibiciones o restricciones sobre el uso de plásticos oxo-degradables.
En general, aunque los plásticos oxo-degradables se consideraron en sus inicios una solución prometedora al problema de los residuos plásticos, su uso se ha vuelto cada vez más controvertido debido a la preocupación por sus impactos ambientales. A medida que se realicen más investigaciones sobre los efectos a largo plazo de estos materiales, es probable que sigamos viendo un aumento de la regulación y el escrutinio de su uso.
Referencias:
- Blakemore,Erin (2015) 90 Percent of Seabirds Have Eaten Plastic. Smithsonian Magazine Online https://www.smithsonianmag.com/smart-news/90-percent-seabirds-have-eaten-plastic-180956484/
- Napper, I. E., & Thompson, R. C. (2016). Release of synthetic microplastic plastic fibres from domestic washing machines: Effects of fabric type and washing conditions. Environmental Science & Technology, 50(11), 6257-6264.
- Schuyler, Q. A., Wilcox, C., Townsend, K. A., Wedemeyer-Strombel, K. R., Balazs, G., & van Sebille, E. (2014). Risk analysis reveals global hotspots for marine debris ingestion by sea turtles. Scientific reports, 4(1), 1-8.
- World Health Organization. (2019). Microplastics in drinking-water. World Health Organization.
- Environmental Deterioration of Biodegradable, Oxo-biodegradable, Compostable, and Conventional Plastic Carrier Bags in the Sea, Soil, and Open-Air Over a 3-Year Period Imogen E. Napper and Richard C. Thompson
Environmental Science & Technology 2019 53 (9), 4775-4783
DOI: 10.1021/acs.est.8b06984