La respuesta no es tan sencilla como parece. Este material se ha convertido en un protagonista invisible en nuestras rutinas cotidianas, brindándonos comodidad, protección y eficiencia en una amplia gama de aplicaciones. Sin embargo, su creciente presencia en el medio ambiente ha planteado preguntas cruciales sobre su impacto y sostenibilidad.
Pero, ¿qué es el EPS? El EPS es un tipo de espuma estable de baja densidad obtenida a partir de la fusión de estireno, una molécula simple derivada del petróleo, la cual, con ayuda de vapor de agua y un expansor es inflada hasta obtener esferas 98% aire y 2% material, composición que le brinda características de gran utilidad, como una baja absorción de agua, propiedades térmicas, ligereza y una capacidad amortiguadora en impactos [1].
Estas características son ideales para su aplicación en una gran cantidad de campos, por lo cual, es casi imposible que no estemos en contacto con él en nuestro día a día; desde el embalaje de productos frágiles hasta su uso en la construcción; el poliestireno expandido ha demostrado ser un “amigo leal”, garantizando que nuestros objetos más preciados lleguen a salvo y que nuestros hogares se mantengan cómodos.m
En el sector de la construcción, el EPS tiene como objetivo reducir el peso estructural de paredes y techos en piezas prefabricadas con propiedades de aislamiento térmico/acústico mejorado [2]. Por otra parte, el EPS tiene un gran papel en la producción de envases alimentarios, de aislamiento térmico en electrodomésticos, incluso en la industria médica, donde llega a ser fundamental para el transporte de órganos y sangre para trasplantes, así como de medicamentos que requieren mantener una temperatura baja hasta llegar a su destino [1,3].
La gran variedad de usos que este material tiene se ve reflejada en lo que su consumo se refiere, y es que, en 2022, según Ceresana (uno de los principales institutos de investigación de mercado B2B especializado en bioeconomía, plásticos y embalajes), en el mundo se consumieron alrededor de 7.2 millones de toneladas de EPS [4]. De igual forma, se estima que el 47.9% del EPS consumido se utiliza en la industria del embalaje [3].
Suena como un producto maravilloso que llegó a facilitar nuestra vida, ¿no? Y es que no es para menos, sus características nos ofrecen un sinfín de posibilidades, sin embargo, el EPS se posiciona como una espada de doble filo, ya que este material tiene un gran impacto ambiental dada su extremadamente lenta degradabilidad, aunado a la falta de infraestructura para su reciclaje.
Hoy en día existen un gran número de estudios que demuestran lo perjudicial que puede llegar a ser el uso del poliestireno expandido debido a la gran cantidad de residuos acumulados que este va dejando a su paso durante y después de su vida útil. Claramente esta problemática ha llevado a diversas organizaciones a buscar darle una segunda vida a estos restos, brindano opciones interesantes y funcionales, como lo es el mejorar las propiedades del hormigón asfáltico a través de la adición de restos de poliestireno triturados [5], o la obtención de combustibles y de adhesivos a partir del tratamiento de residuos de EPS [6]. No obstante, los proyectos de esta índole no parecen ser soluciones escalables tomando en cuenta el gran volumen de consumo de EPS actual.
La producción del EPS y su inminente llegada (como la mayoría de residuos) a los vertederos se refleja en un modelo de economía lineal (ver figura 1). Este tipo de economía se basa en tomar los recursos necesarios, fabricar los bienes que se venderán, obtener ganancias y deshacerse de todo lo que no se necesita, incluido el producto al final de su ciclo de vida [7].
Y es que parece ser que los beneficios que nos brinda este material son directamente proporcionales a las problemáticas que trae consigo, pero, ¿realmente es tan malo el panorama para el uso del EPS? Es una pregunta complicada de responder, sin embargo, el impacto que tiene en el ambiente es innegable. Por ejemplo, los residuos de EPS depositados en un vertedero contribuyen al calentamiento global debido a una lenta degradación de hasta 500 años a cielo abierto [1]. Y eso no es todo, y es que el EPS tiende a terminar en los océanos de todo el mundo, dando lugar a otra problemática, la cual es la producción de micro y nanoplásticos en océanos a través de la fotodegradación del EPS por la luz solar [9]. Este tipo de plásticos terminan dentro de la cadena alimenticia, principalmente en ecosistemas marinos, pero existe preocupación de la presencia de residuos plásticos como parte de la ingesta humana [10].
Como se ha podido observar, el uso de EPS trae consigo serios problemas, es por ello que es fundamental la implementación de alternativas que nos brinden los mismos beneficios pero que a la vez permitan eliminar y/o reducir las desventajas ambientales de la producción y uso de productos a base de petróleo de un solo uso. Existen diversos proyectos que buscan el desarrollo e implementación de opciones biodegradables, sin embargo, estas llegan a ser hasta un 60% más costosas que las opciones derivadas del petróleo.
En BioPlaster Research hemos desarrollado GreenShell, una espuma sólida cuya formulación se realiza a partir de una mezcla de polímeros naturales que utiliza como materia prima clave el sargazo recolectado en el Mar Caribe. GreenShell no solo busca ser una alternativa al EPS brindando una solución a los problemas ambientales desencadenados por este, sino que también busca transformar una problemática como lo es el arribo masivo de sargazo (lo cual afecta negativamente a las comunidades costeras) en un material con propiedades similares e incluso superiores al EPS, con precios competitivos al EPS.
Referencias
- Mollehuara, M. A., Cuadrado, A. R., Vidal, V. L., & Camargo, S. D. (2022). Systematic review: Analysis of the use of D-limonene to Reduce the Environmental Impact of Discarded Expanded Polystyrene (EPS). IOP Conference Series: Earth and Environmental Science, 1048(1), 012003. https://doi.org/10.1088/1755-1315/1048/1/012003
- Prasittisopin, L., Termkhajornkit, P., & Kim, Y. H. (2022). Review of concrete with expanded polystyrene (EPS): Performance and environmental aspects. En Journal of Cleaner Production (Vol. 366, p. 132919). Elsevier. https://doi.org/10.1016/j.jclepro.2022.132919
- Marten, B., & Hicks, A. (2018). Expanded Polystyrene Life Cycle Analysis Literature Review: An Analysis for Different Disposal Scenarios. En Sustainability (United States) (Vol. 11, Número 1, pp. 29–35). Mary Ann Liebert, Inc. 140 Huguenot Street, 3rd Floor New Rochelle, NY 10801 USA. https://doi.org/10.1089/sus.2017.0015
- Ceresana. (2023). Expandable Polystyrene Market Report. https://ceresana.com/en/produkt/expandable-polystyrene-market-report
- Akter, R., & Raja, R. M. (2022). Effectiveness Evaluation of Shredded Waste Expanded Polystyrene on the Properties of Binder and Asphalt Concrete. Advances in Civil Engineering, 2022. https://doi.org/10.1155/2022/7429188
- Uttaravalli, A. N., Dinda, S., & Gidla, B. R. (2020). Scientific and engineering aspects of potential applications of post-consumer (waste) expanded polystyrene: A review. En Process Safety and Environmental Protection (Vol. 137, pp. 140–148). Elsevier. https://doi.org/10.1016/j.psep.2020.02.023
- Sariatli, F. (2017). Linear Economy Versus Circular Economy: A Comparative and Analyzer Study for Optimization of Economy for Sustainability. Visegrad Journal on Bioeconomy and Sustainable Development, 6(1), 31–34. https://doi.org/10.1515/vjbsd-2017-0005
- Hidalgo-Crespo, J., Jervis, F. X., Moreira, C. M., Soto, M., & Amaya, J. L. (2020). Introduction of the circular economy to expanded polystyrene household waste: A case study from an Ecuadorian plastic manufacturer. Procedia CIRP, 90, 49–54. https://doi.org/10.1016/j.procir.2020.01.089
- Song, Y. K., Hong, S. H., Eo, S., Han, G. M., & Shim, W. J. (2020). Rapid Production of Micro- And Nanoplastics by Fragmentation of Expanded Polystyrene Exposed to Sunlight. Environmental Science and Technology, 54(18), 11191–11200. https://doi.org/10.1021/acs.est.0c02288
- Xanthos, D., & Walker, T. R. (2017). International policies to reduce plastic marine pollution from single-use plastics (plastic bags and microbeads): A review. En Marine Pollution Bulletin (Vol. 118, Números 1–2, pp. 17–26). Pergamon. https://doi.org/10.1016/j.marpolbul.2017.02.048